El 1º de Agosto se celebra el Día de la Pachamama, un ritual fundamental en la tradición de los pueblos originarios. Aquí una bella explicación de Ch’uwa Yacu,
mujer caminante del camino que los abuelos del Ande han marcado, y que ha elegido la cosmovisión andina como lente a través de la cual comprender la vida.
Los pueblos originarios y quienes no siendo originarios elegimos recorrer el camino junto a ellos siguiendo las huellas de nuestros ancestros, consideramos al Universo como un entramado de energía viva, en donde todos los seres que lo conforman son Sagrados.
El agua, la tierra, el aire, el fuego, los planetas, las estrellas, las montañas, las piedras y todos nuestros hermanos vegetales o animales tienen vida; tienen espíritu; son un conjunto de energías que se comunican entre sí, moviéndose de un lugar a otro. Así lo sentimos y así lo comprobaron los Abuelos de los Andes.
“La Espiritualidadnace del respeto a lo Natural, a lo que Es”, explica Carmelo Sardinas Ullpu desde su “Aporte de los Pueblos Originarios ala Educaciónen el Bicentenario” Edición de Nutram Neyen. No adoramos a la tierra ni al Sol, los respetamos y honramos.
La espiritualidad andina nace de la percepción de la realidad Espacio-Tiempo (Pacha), y se traduce en la forma de sentir y de pensar; se expresa a través de los actos humanos y se fortalece en las Ceremonias, en las prácticas sagradas.
Los pueblos originarios encarnan la espiritualidad en el día a día, y la encuentran en sus alimentos, en las telas con las que se visten, en la música, en la danza, en el trabajo, en el descanso; nada queda por fuera, todo lo incluye, y dentro de ella todo nace y todo muere.
Los andinos –ya en febrero con la ceremonia de la primera cosecha (Juch’uy Poqoy)–, separan los primeros frutos, los mejores alimentos ofrecidos por la tierra para devolverlos a ella en actitud de agradecimiento. Los granos y frutos elegidos son guardados con delicadeza y cariño, para la ceremonia dela Pachamamaque se celebra cada 1º de Agosto.
Dicha Ceremonia simboliza un acto de Respeto hacia la Madre Tierra. Es sentirnos sus hijos y reafirmar el compromiso de cuidarla reconociendo nuestros errores para con ella; estableciendo un diálogo con la Madre, a través de su expresión en este tiempo, la naturaleza.
Participar de la ceremonia dela Pachamamaes entrar en un estado de Conciencia en donde todos Somos Uno, reconociendo la diversidad en la unidad y la unidad en la diversidad. Es percibirnos como parte de un Todo, en donde el cada uno es importante y merece ser respetado, porque de lo contrario se genera un desequilibrio irreparable.
Como dice Wanka Willka en sus “Revelaciones dela Pachamama”; del Instituto Qechwua Jujuymanta.: “No podemos desarrollar el ritual dela Pachamamacon los ojos mirando… pero con la mente ciega”.
Ese día, al salir los primeros rayos del Sol, se va en busca de agua pura de alguna vertiente con el mismo objetivo, agradecer y pedir por la pureza de las aguas en el planeta.
A las 12, cuando el Sol (Inti Tayta) está en su punto cenit, comienza el ritual abriendo una boca en la tierra, en el medio del círculo de hombres y mujeres, ofreciendo ala MadreTierralos alimentos, las ofrendas, los pedidos y los agradecimientos. El agujero en la tierra debe estar en un lugar reservado del tránsito diario de los animales y los hombres que habiten el lugar, y allí se abrirá cada año, para volver a “alimentar” ala MadreTierra.
Son los ancianos andinos, los que cada año al destapar el pozo, “leen” el mensaje quela Madreles envía acerca de la salud, de las cosechas, del clima, etc. Es un diálogo amoroso entre madre e hijos.
Así lo expresa María Monachesi en “Profecías Incas” Editorial Kier: “Nosotros, hijos de esta Tierra, los originarios y los que elegimos serlo por la vía del corazón, tenemos una oportunidad única; la de empezar a escuchar sin juzgar, lo que la voz de nuestra tierra tiene para decirnos. La conciencia andina nos anuncia que éste es el tiempo y el lugar apropiados… Un nuevo ciclo está comenzando, una oportunidad para renacer en amor y en verdad…”.