El genial Hamlet Lima Quintana escribió un poema para esa gente que desde su simpleza y buena madera tiene la costumbre de mejorar todo lo que toca. Esa gente maravillosa que suele ser humilde y prefiere el anonimato, pero que inevitablemente provoca que los reflectores de sus buenas acciones vayan iluminando a otros y esos sientan el deseo irrefrenable de aplaudir de pie y agradecerles la existencia.
En este espacio queremos rendirle un pequeño homenaje a un Gran Hombre, justamente uno de esos Imprescindibles: el Dr.Walter Ramos; quien al cumplir Cincuenta Años como Médico Pediatra inspiró a una mamá a escribirnos una bellísima carta. Desde ella salimos a buscar mas datos que –conociendo el humilde estilo del caballero mencionado–, sabíamos no los encontraríamos vía entrevista. ¿Qué hicimos entonces? Invitamos a sus hijos y esposa a ser nuestros “cómplices” Y aquí están los resultados.
Para usted; querido Doctor; en nombre de cada uno de los chiquitos y Familias enteras que supo abrazar con Saludes de todo tipo ¡GRACIAS por Tanto! Y que toda su siembra se haga cosecha multiplicada en su Corazón generoso.
Tres cartas que lo describen
El Dr Ramos: nuestro padre, nuestro abuelo.
En el año 33 nace en el barrio porteño de San Cristóbal, Walter Ramos, uno de los cinco hijos de Balbino y Elena. Aquel barrio era parte de su hogar. En los cafés se discutía de política, los domingos eran día de pastas, los hombres se juntaban a escuchar fútbol y el tango era la música de moda.
Cacho, como se lo llama desde entonces, era un reo más entre otros. Como Quifo y Lavandina (amigos de su infancia) cuyas anécdotas tanto nos han hecho reír en reuniones familiares y de amigos. Pibes de pantalón corto, que con la pelota en mano, recorrían el barrio en busca de aventuras.
San Cristóbal, barrio añorado, que dejó en los 61 cuando recibido de médico y pronto a casarse con Graciela, decidió establecerse en Ituzaingó donde instaló hogar y consultorio.
Parte de nuestra infancia transcurrió compartiendo nuestra casa con sus pacientes. Algunos de ellos hoy, amigos de la familia. Más tarde vendría la mudanza familiar a Castelar.
Conocerlo, saber sobre sus pensamientos y sus emociones, es compartir sus historias y anécdotas. Historias divertidas e ingeniosas, que hablan de una persona que supo construir su vida trascendiendo las modas.
Tiene la particularidad de no hablar mal de nadie y de rescatar siempre lo positivo de las personas. Esto lo hace querido y respetado por quiénes lo conocen. Es el hombre al que le gusta reunir a su familia, compartir charlas en las que nos sigue sorprendiendo su prodigiosa memoria.
Es el fanático de independiente, con cábalas incluidas, que cuando pierde su equipo desaparece por horas.
Es el hombre para el cual la palabra es un documento; el ¨no¨ es sin retorno y el ¨sí¨ es una garantía.
Una persona que trasmite valores con sus actos; que nunca hizo diferencias entre sus cuatro hijos y logró una relación inquebrantable y extraordinaria entre los miembros de la familia. Un ser humano que junto a su esposa ayudó a estudiar a las personas que trabajaron en su casa.
Es también un ser muy despistado, al punto de perseguir por todo el Banco Nación a un gato pensando que era el suyo que se había ido, llevarlo a su casa y al tiempo aparecer el verdadero. El que ablandó un par de zapatos usados para el casamiento de su hijo y después tuvo que aguantar los nuevos durante toda la fiesta.
Fue el padre que se tomaba el tiempo de enseñar a leer y escribir a sus hijas sobre una puerta que el mismo pintó de negro. El que llevaba a su hijo a la cancha y a ver boxeo, terminando la salida en un bodegón cualquiera.
El que le hablaba a su hija mayor, estudiante de psicología por entonces, de las revolucionarias teorías de RETLAW SOMAR –tan distintas de las de Freud y Lacan– confesándole con el tiempo que dicho nombre era Walter Ramos al revés…
El médico, que cuando hacía visitas a domicilio, llevaba a su perro Bartolo en el lugar del acompañante. El profesional que no necesita historia clínica de sus pacientes porque conoce a cada uno en su particularidad. El médico que duerme a medias y no sale de su casa si tiene algún paciente delicado.
El que se toma el tiempo de jugar un picadito de fútbol con algún paciente que no se quiere atender, a pesar de tener a otros esperándolo en la sala. El que hace aparecer caramelos detrás de las orejas de los peques, hace bailar la moneda en la palma de su mano y en cada receta improvisa un dibujito.
El que entre paciente y paciente se toma unos mates fríos y lavados mientras cuida los bonsái que hizo con sus manos.
Hoy sigue trabajando y camina al consultorio todos los días, charlando en el trayecto con sus vecinos-amigos. Su familia y su profesión son su realidad cotidiana. Sus libros, películas, la música y su extraordinaria voz, sus entretenimientos.
Él es nuestro orgullo, y nuestra mayor riqueza es tenerlo, disfrutarlo y saberlo un referente.
Nuestro homenaje es para vos papá, que dedicaste tu vida a construirla siendo consecuente con tus pensamientos y sentimientos en un marco de respeto y generosidad.
Tus hijos, tu esposa y nietos te queremos mucho.
La carta de la mamá “Inspiradora”
En este espacio queremos rendirle homenaje y darle las Gracias a un hombre; a un Señor; que al tiempo que cuidó la salud de nuestros hijos, nos guió y aconsejó en la difícil tarea de ser Padres.
Como agradecer tanto cariño, tantas corridas las 24hs, de lunes a lunes, incluyendo feriados… Aun conservo la banderita celeste y blanca que nos obsequió una de aquellas tantas fechas patrias con anginas o adenoiditis.
Para los más pequeños tenia la categoría de “superhéroe”. No sólo por sus trucos de magia con Sugus y su impresionante capacidad de devorar autitos de colección y luego hacerlos aparecer en las orejas de los asombrados niñitos, sino también porque ante su sola presencia disminuía el dolor de panza o de oídos o de lo que fuera… “ ya me curaste???”, solían preguntar.
¿Cómo agradecerle tanta paciencia hacia nosotros, los padres ansiosos y angustiados…? ¿Cuántos dibujos habrá hecho para esquematizar el problema de salud de ese momento… Y en las indicaciones de las recetas donde todos y cada uno se llevaban la figura del Pollito? Y los medicamentos que se iban en las carteras para ayudarnos en el presupuesto en los momentos económicos difíciles!
Si nos hubiera cobrado las visitas de control, la de los hermanitos que se enfermaban solidarizándose entre sí, las que le hacíamos cuando no teníamos trabajo ni obra social, en estos momentos sería una de las personas más adineradas del país.
Las mangas de la chaqueta cortada a cuchillo un día muy caluroso de Diciembre; el Falcón amarillo; el buen humor; Independiente de Avellaneda…
Cierro los ojos y lo veo caminar rápido del consultorio de adelante al consultorio del fondo y viceversa relojeando quien estaba más grave, por si había que hacer saltear algún turno y atender inmediatamente al que más lo necesitaba.
Tantos recuerdos, tanto amor circulando entre tantas familias, entre tantos niños y vos; que aquí quisimos decirte por escrito algo que ya sabes de toda una vida: Te queremos mucho, mucho, queridísimo Dr. Walter Ramos, Bendito seas.
Nora Falcinelli y Familia
Por último un lujito que nos permitió la magia del Amor que trasciende tiempos y avances tecnológicos. Resulta que el 3 de diciembre de 1992 el Dr. Ramos andaba cerca de haber cumplido sus 30 años como médico y los padres de aquellos pacientitos (hoy hombres y mujeres algunos hasta padres y madres de nuevos pacientitos!) filmaron una visita sorpresa –sin turnos agendados ni enfermedades a resolver– que incluyó regalo de bonsais, torta dedicada y una carta maravillosa… Que aquí les transcribimos.
“Hoy, en el día del Médico, queremos expresarle nuestro profundo reconocimiento y describir sólo simbólicamente lo que usted significa en la vida de nuestros chicos y de nuestras Familias. Y decimos sólo simbólicamente porque son los símbolos y los afectos con los que nos manejamos los únicos capaces de sugerir lo que las palabras, los gestos y los pensamientos son incapaces de expresar con exactitud.
Usted como tal vez muy poca gente sabe del valor de las experiencias fuertes y decisivas en la vida humana. Nosotros sabemos que usted ha sido motivo y ocasión de circunstancias esenciales en nuestras vidas. Tan esenciales como el sentirnos contenidos, comprendidos y ayudados. Tan esenciales como el experimentar que no sólo somos una enfermedad o un problema sino seres humanos que encontramos un médico amigo con precisión de diagnóstico, ternura de corazón y vocación inalterable.
Tan esenciales como el vivir algo extraordinario al ver en usted esa constante alegría, ese enorme cariño en medio del dolor y esa memoria portentosa para retener la pequeña historia y la gran historia de cada carita, de cada sufrimiento y del eterno anhelo del crecimiento humano. Nosotros los adultos somos testigos privilegiados de un hombre que al ejercer su profesión es Feliz y goza del encuentro con cada uno de sus pacientes y para quien cada uno es alguien especial. Y también somos testigos del privilegio de encontrar en su médico a un ser divertido y original; seguro y humilde, sencillo y profundo.
Todos nosotros, chicos y grandes, queremos agradecerle que cotidianamente nos permita creer en esta argentina poco conocida, encarnada en gente que como usted, está comprometida con su tiempo y con su historia. Para quienes como usted, la humildad y la sencillez es la base de su Libertad; la veracidad y la honestidad, el modo de construir la vida y la autenticidad y el Amor real a la patria, el móvil que dirige sus acciones. Y sobre todo para quienes como usted la vocación es una misión y motivo de Felicidad. Que Dios lo Bendiga y permita que su obra siga fructificando y retribuya todo el amor, el profesionalismo y la comprensión que recibimos constantemente de usted”.
Celebrar a este queridísimo vecino sentimos que era también una linda manera de plasmar el Mensaje de Castelar Sensible como cierre del año: los Seres como Cacho Ramos existen y no negocian por nada la Coherencia; la Pasión y el Amor a los demás. Brindemos por ellos; los faros que nos recuerdan que la Bondad siempre vale la pena y anda suelta por acá nomás; a la vueltita de casa. GRACIAS!
Gracias Especiales por su invalorable colaboración para esta nota a la Familia del Dr. Ramos: Graciela su esposa; sus hijos Patricia, Guillermo, Verónica; Natalia (mas yernos y nueras!) y a los nietos Matías; Lorena; Facundo; Sebastián, Rebecca y Nazarena. Y a Lidia Aventin por su predisposición para hacer de afectuoso “puente”.